Dentro del habitual análisis de riesgos de nuestros Planes de Protección Civil, parece que aumentan los factores concomitantes al origen NATURAL, TECNOLÓGICO o ANTROPICO de los mismos, cuando este estudio de la Universidad de Dalhousie (Nueva Escocia, Canadá) publicado en la revista científica Communications Earth & Environment (Nature), del que se hace eco el diario EL CORREO el pasado 9 de enero, confirma lo que muchos expertos ya se temían desde hace años: mares y océanos están expulsando microplásticos a la atmósfera que regresan a la tierra, tanto cuando las olas rompen como cuando las burbujas suben a la superficie, arrojando esos pequeños trozos de desechos a la brisa marina.
Si ya conocíamos los efectos nocivos en los Incendios Forestales, bien por la afección de ceniza a ecosistemas marinos o bien por el impacto de agua salada en zonas cultivables, ahora deberemos medir el grado de deposición de microplásticos de nuestras DANAS, como un índice de riesgo a medir y como un factor de peligro a considerar en la protección respiratoria de la población.